Mateo 27:51-53
51 Y he aquí, el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo, y la tierra tembló y las rocas se partieron; 52 y los sepulcros se abrieron, y los cuerpos de muchos santos que habían dormido resucitaron; 53 y saliendo de los sepulcros, después de la resurrección de Jesús, entraron en la santa ciudad y se aparecieron a muchos.
Dos señales posteriores a la muerte de Jesús simbolizan
la salvación del pecado y del juicio. El velo del templo simbolizaba la separación
entre Dios en Su Santidad y el hombre en su estado pecaminoso. El hombre no
tenía comunión con Dios debido al pecado. El velo se abría una sola vez al año,
cuando el sumo sacerdote llevaba la sangre del holocausto al santuario de Dios.
Al rasgarse el velo en dos, de arriba abajo, Dios manifestó Su Perdón de los
pecados y la reconciliación entre EL y los hombres. Ahora, todos los cristianos
redimidos por Cristo tienen libre acceso a la presencia de Dios cuando deseen. Y
la segunda señal fue que muchos muertos salieron de los sepulcros. Es la señal más
evidente de que la salvación que Jesús pagó en la cruz, venció la muerte, para
darnos la vida eterna.
V51 Este velo que impedía la
entrada en el lugar santísimo, era el símbolo más elocuente de la verdad en
cuanto a que “por obras de la ley ningún ser humano será justificado”(Romanos 3:20,
Hebreos 9:8) el velo que se rompió era el que dividía el lugar santo, donde los
sacerdotes podían ministrar, del lugar santísimo, al cual sólo el sumo
sacerdote tenía el privilegio de entrar en el día de la expiación (Éxodos 26:31, Levítico 16:1-30). El rompimiento del
velo, que era tipo del cuerpo de Cristo (Hebreos 10:20), significaba que “un camino nuevo y
vivo” se había abierto hacia la presencia de Dios para todos los creyentes, no
siendo ya necesario otro sacrificio o sacerdocio excepto el de Cristo Jesús (Hebreos 9:1-8; 10:19-22).
V52, 53 Aunque se abrieron las
tumbas cuando Cristo murió (vr 50, 51), los
cuerpos no se levantaron hasta “después de la resurrección de él” (vr 53). Cristo es el primogénito de entre los muertos
(Colosenses 1:18; Apocalipsis 1:5) y “primicias
de los que durmieron” (1Corintios 15:20) No se
dice que estas personas que resucitaron volvieron a sus tumbas y quizá no deba
inferirse que lo hicieron. La gavilla en la ofrenda de los primeros frutos (Levíticos 23:10-12) es un tipo de la resurrección de
Cristo; y una gavilla implica pluralidad. Fue un solo “grano de trigo” el que
cayó en la tierra, en crucifixión y sepultura de Cristo (Juan 12:24) y fue una gavilla la que surgió en la resurrección. La
inferencia es que estos santos, juntamente con “los espíritus de los justos
hechos perfectos” (Hebreos 12:23), partieron del
Paraíso al cielo con Jesús (Efesios 4:8-10)
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